Porsche 911 Turbo: La referencia en los coches deportivos

Porsche 911 Turbo

En Soul Auto nos encantan los coches pasionales y, sin duda, el Porsche 911 Turbo es uno de los mejores exponentes, desde hace más de 45 años. Por ello disponemos de unidades a subasta de esta joya con unas características tan especiales, y, al ser un modelo tan mítico, vamos a repasar brevemente su historia y todas sus generaciones.

He tenido la suerte de probar varios Porsche 911 Turbo, desde el primero, el 930 de aire y propulsión trasera -el cual llevaba mucha fama de patada bestial e incluso difícil de conducir- hasta algunos de generaciones más modernas ya de tracción integral y refrigeración líquida (996 y 997); y he de decir que no encuentro otro coche deportivo que sea capaz de darme más satisfacciones, a la vez que resultar tan rápido y efectivo. Los habrá más estridentes y llamativos, más exclusivos o incluso más potentes; pero ese nivel de elevadísimas prestaciones combinadas con placer de conducción y al mismo tiempo la sensación de estar al volante de un coche muy bien hecho, es prácticamente imposible encontrar en cualquier otro rival.

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Todo comienza en el Salón de París de 1974, cuando Porsche presenta un 911 con motor de 3 litros y un turbo KKK que sopla a 0,8 bares de presión. Daba 260 CV y le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. Poco tiempo después se aumentó la cilindrada a 3,3 litros y a la potencia 300 CV, para bajar el registro de aceleración hasta los 5,4 segundos, a pesar de que su cambio manual no incorporaría la 5ª velocidad hasta 1989. Su conducción requiere sentido común y algo de prudencia, pero si se es consciente de la enorme potencia que transmite al eje trasero, de la “no idónea” distribución de masas, y de la cierta “flotabilidad” del eje delantero, este 930 es un pura sangre de lo más gratificante.

En el Salón de Ginebra del 91 se estrena la versión Turbo del 911 (964), con una mecánica evolucionada a de 320 CV, al que seguirán versiones con turbo y válvulas más grandes y con 360 y 380 CV. El tercer acto de esta historia -y el último refrigerado por aire- llega con el 993, y con novedades importantes como la tracción integral y la alimentación mediante dos turbos, llegando a 408 CV, de modo que alcanzaba 290 km/h y marcaba un tiempo de 4,3 segundos de 0 a 100 km/h.

Porsche 911 Turbo: Cambio de siglo y cambio de “aires”

Llega el nuevo siglo y el 996 rompe moldes, al pasarse a la refrigeración por agua y presentar un inédito frontal que recordaba al Boxster, ya sin faros redondos. Destacó por las entradas de aire en las aletas traseras (como el “supercar” 959) y por ofrecer opcionalmente cambio Tiptronic, versión cabrio con capota de lona eléctrica, o los frenos cerámicos. Su potencia 420 CV y la aceleración de 0 a 100 km/h 4,2 segundos. En 2007 llegó la quinta generación, el 997, con una estética más fiel al original y con prestaciones superiores: 480 CV y 3,7 segundos de 0 a 100 km/h. Sin contar con las bestialidades de versiones como GT2 RS; decir que esta generación 997 elevó con su último restyling la potencia a la mágica cifra de los 500 CV.

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La penúltima saga llega en 2013 con la “serie 991” y su nuevo motor de 3,8 litros y biturbo, y en dos variantes: “normal” de 520 CV y “S” de 560 CV. El cambio mejoró mucho al pasar del sistema Tiptronic al nuevo PDK, tanto que bajó el crono por debajo de los 3 segundos: 2,9 segundos de 0 a 100 km/h. Finalmente, desde 2020 tenemos al 7ª exponente de esta ilustre saga, con hasta 650 CV y 2,7 segundos de aceleración; una barbaridad, pero no sólo por sus cifras, sino por las sensaciones que proporciona y lo extremadamente efectivo que es. Y, como en todas sus generaciones, sin lugar a dudas el Porsche 911 Turbo es uno de los mejores coches deportivos del mundo.         

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