Entre los 50 y 70 del año pasado, los vehículos deportivos experimentaron su máximo apogeo: cada marca lanzaba modelos con atrevidos y desafiantes diseños que marcarían un antes y un después en la historia del automovilismo. Algunos aparecen en películas, y otros son preciados objetos de coleccionismo que se subastan por grandes sumas de dinero.
Este tipo de vehículos hicieron historia en el mundo del motor, sentando precedente en los modelos que vinieron a continuación, por lo que no es de extrañar que se consideren joyas vehiculares o reliquias a día de hoy.
En este post haremos un repaso por los deportivos más icónicos a este y al otro lado del charco.
Los deportivos se relacionan con coches caros e inalcanzables… ¿verdad o mito?
Cuando se piensa en coches deportivos, muchas veces se asocian a vehículos caros y casi inalcanzables. Y es cierto que suelen tener un precio algo más elevado porque las prestaciones que ofrecen son ligeramente superiores a las de los coches más convencionales. Transmiten una sensación de libertad, velocidad y aerodinamismo que no se encuentra en otro tipo de vehículos.
Sin embargo, esto no quiere decir que todos los deportivos del mercado sean caros. Al contrario, se puede encontrar coches deportivos que abarcan un amplio rango de precios en función de la marca, el modelo y las características. Además, muchos fabricantes ofrecen paquetes deportivos para modelos de coches más populares, lo cual permite a los conductores personalizar la experiencia de conducción sin la necesidad de invertir en un vehículo de alta gama.
Los deportivos europeos de los años 60, 70 y 80
Los primeros deportivos se remontan a comienzos del siglo XX, cuando marcas como Alfa Romeo, Bugatti, Bentley o Mercedes-Benz comenzaron a producir vehículos diseñados para carreras y competiciones.
Estos primeros modelos se distinguían por tener un mejor rendimiento frente a los coches convencionales, y en muchas ocasiones presentaban diseños aerodinámicos que les hacían destacar.
Desde entonces, se han convertido en un segmento importante dentro del sector automovilístico.
A partir de la década de los 50 y los 60, los deportivos adquirieron una gran popularidad debido a la prosperidad económica de la época y a la expansión de la cultura del automóvil a nivel global. Muchos de los vehículos producidos en esta época pasaron a la historia por considerarse símbolos de estatus y representantes de cierto estilo de vida.
A partir de los años 50, el diseño de los deportivos iba adquiriendo unas líneas más marcadas y salidas de escape más grandes, dando paso a la apariencia agresiva que caracteriza, aún a día de hoy, a los coches deportivos.
Desde entonces, los deportivos buscan transmitir esa fuerza y aerodinamismo que el conductor necesita a la hora de conducir a través del diseño. Sin olvidar nunca de la seguridad.
Renault Alpine (1955-1978)
Desde 1961 hasta 1977, Renault produjo Alpine A110, considerado un clásico en el mundo de los deportivos. Era un vehículo mejorado para la competición, con chasis de aluminio que aligeraba el peso, ofreciendo una experiencia de conducción ágil y dinámica.
En 2017, Renault presentó una nueva edición del Alpine, que se desarrolló en colaboración con Caterham, una marca deportiva británica. Cuenta con un motor turboalimentado de cuatro cilindros y 1.8 litros, capaz de generar 252 caballos de fuerza y pasar de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos.
Porsche 911 (1963-1997) y 911 Turbo
Si hay un deportivo por excelencia, ese es el Porsche 911. Se presentó en 1963 como sustitución del 356 y, aunque sus inicios fueron difíciles, terminó cautivando el corazón de los incondicionales de la marca, y también del público general por su icónico diseño y su excepcional rendimiento tanto en pista como en carrera.
Durante los 50 años de historia, esta saga de vehículos no ha dejado de modernizarse y adaptarse, mejorando en diseño y prestaciones a lo largo de siete generaciones. Su diseño distintivo, el característico motor trasero y su forma aerodinámica y elegante no se han alterado con el paso del tiempo.
La versión Turbo del 911 se presentó en 1974, y desde entonces ha sido un vehículo icónico y reconocible por su alerón tipo cola de ballena. Fue el primer vehículo que logró llevar un turbocompresor, llevaba un motor de 260 CV que ofrecía una velocidad máxima de 250 km/h. En 1977 logró superar la barrera de los 300 CV, y no ha dejado de crecer en potencia desde entonces. El que se vende ahora llega a los 600 CV.
Ferrari 250 GTO (1962-1964)
El Ferrari 250 GTO es el más famoso de todos los tiempos, y también el más caro y codiciado.
Se produjo durante la década de los 60 como un coche de carreras homologado para conducir por carretera. Solamente se fabricaron 37 unidades entre 1962 y 1964, por eso es un objeto tan codiciado. Si alguien lo encuentra, su valor ronda los 10.000.000 euros.
Su diseño corrió a cargo de Giotto Bizarrini, responsable de que se empleara por primera vez el túnel de viento para fabricar la carrocería. Venía equipado con un motor V12 de 3.0 litros que producía hasta 300 CV de potencia, lo cual le permitía alcanzar velocidades que sobrepasaban los 280 km/h.
Concebido por y para los circuitos, se alzó con el oro en importantes carreras como la Targa Florio, las 12 Horas de Sebring o las 24 Horas de Le Mans.
Aston Martin DB5 (1963-1965)
Desarrollado en Reino Unido entre 1963 y 1965, el Aston Martin DB5 es otro de los deportivos más famosos de la historia, gracias a su aparición en la gran pantalla siendo conducido por Sean Connery en Goldfinger.
Estaba equipado con un motor de seis cilindros en línea de aluminio, con dos árboles de leva en cada cabeza y una capacidad de 4,0 litros. Era capaz de generar una potencia de 285 CV a 5 500 rpm y estaba acoplado a una caja de cambios ZF de 5 velocidades sincronizadas para transmitir la potencia al sistema de transmisión del vehículo.
Sin duda, un supercoche para la época.
Lamborghini Miura (1966-1972)
El Lamborghini Miura fue el último automóvil que diseñó Ferruccio Lamborghini antes de vender la marca en 1974.
Lanzado en 1966, fue diseñado por Marello Gandini de Bertone, y el diseño aerodinámico y elegante lo convirtió en un icono de la cultura del automóvil.
Se trata de uno de los primeros automóviles que contaba con motor central trasero producido en serie. Montaba un V12 de 4,0 litros que producía hasta 350 CV de potencia, lo cual le permitía alcanzar velocidades que superaban los 280 km/h, convirtiéndose en el automóvil más rápido del mundo.
Sin embargo, también se consideraba uno de los coches más incómodos de conducir.
Deportivos americanos
La Segunda Guerra Mundial impulsó la industria automovilística estadounidense, que se encontraba en ese momento en decadencia. Los deportivos que se desarrollaron se convirtieron en una parte muy importante de la cultura automotriz del país, y del automóvil en general.
Se caracterizan por montar potentes motores y tener unos llamativos diseños, como el Mustang o el Corvette.
Ford Mustang (1964-presente)
El Ford Mustang se presentó por primera vez en 1964, y desde entonces han venido seis generaciones más. La última se presentó en septiembre de 2022.
Desde su lanzamiento, se ha convertido en un vehículo muy reconocido por su diseño deportivo y su excelente rendimiento en carretera. En un inicio, se preveían 100.000 unidades, pero en el primer año se superaron las 400.000 ventas, y en el segundo, el millón.
Se puede encontrar en versión coupé y convertible, y con diferentes opciones de motor, incluyendo turboalimentados de cuatro cilindros, V6 y V8 de alto rendimiento.
Chevrolet Camaro (1967-2002 y 2010-presente)
El Camaro se presentó en Detroit en 1966, y surgió como respuesta al Ford Mustang, creador del segmento de los “pony car”, y muy pronto se convirtió en un éxito. Se presentó en dos variantes:
- El Camaro Rally Sport (RS). De apariencia más deportiva, montaba un motor V8 de 5,7 litros y otro opcional de 6,5L.
- El Camaro Super Sport (SS). Incluía un motor V8 de 5,7L con carburador de cuatro bocas Quadrajet de 750 pies cúbicos por minuto y una relación de compresión de 10,25:1.
A lo largo de su historia, ha experimentado modificaciones en sus distintas versiones, pero conservando siempre ese estilo deportivo y el alto rendimiento con el que fue concebido.
Se trata de un automóvil muy valorado por coleccionistas y amantes del motor.
Chevrolet Corvette (1953-1962)
Desde que se introdujera en 1953, el Chevrolet Corvette se ha convertido en un modelo emblemático que ha sobrevivido al paso del tiempo a través de 8 generaciones, manteniendo intacto el estilo deportivo y el emocionante rendimiento.
El Corvette es fruto del deseo de la industria automovilística estadounidense de demostrar su capacidad para construir automóviles iguales o mejores que los europeos.
El Corvette C1, también conocido como “eje rígido” por carecer de suspensión trasera independiente, comenzó a fabricarse en 1962. Su producción estuvo limitada a 300 unidades porque todas se fabricaban y construían a mano.
Shelby Cobra 427 (1965-1967)
El Shelby Cobra 427 fue construido por Shelby American en los Estados Unidos, y guarda una relación muy estrecha con el AC Cobra 427, ya que Carroll Shelby trabajó con AC Cars para desarrollar el diseño original del AC Cobra y adaptarlo para aceptar un motor V8 de Ford de 427 pulgadas cúbicas. Esto resultó en la creación del Shelby Cobra 427. Ambos vehículos se consideran iconos en la historia del automovilismo, por eso son tesoros muy buscados por coleccionistas.
El Shelby Cobra se caracteriza por tener un diseño elegante y llevar un motor V8 de 7L que produce 425 CV, ofreciendo un excelente rendimiento en pista.
Versiones deportivas de modelos consolidados
Dado el éxito de los coches deportivos a lo largo de la historia, en el mercado se pueden encontrar opciones deportivas de modelos consolidados.
Renault Clio RS
El RS es la versión deportiva del famoso Renault Clio. Monta un motor turboalimentado de cuatro cilindros de 1.8 litros que produce 220 caballos de fuerza (o 280 caballos de fuerza en la versión Trophy). Además, ofrece mejoras en la suspensión, la dirección y los frenos, lo que le permite ofrecer una excelente experiencia de conducción deportiva.
Renault Megane RS
El Renault Megane RS es otra versión deportiva de Renault que cuenta con un motor turboalimentado de cuatro cilindros de 1.8 litros que produce hasta 300 caballos de fuerza.
Presenta mejoras en la suspensión, la dirección, los frenos y la aerodinámica, lo que le permite ofrecer una experiencia de conducción deportiva emocionante.
Volkswagen Golf GTI
El Golf GTI es una versión deportiva del popular Volkswagen Golf que cuenta con un motor turboalimentado de cuatro cilindros de 2.0 litros que produce hasta 241 caballos de fuerza en la versión más reciente. Ofrece una experiencia de conducción deportiva divertida.
BMW M3
En 1985 se presentó́ una versión de alto rendimiento del BMW Serie 3, rivalizando con otros deportivos como los Porsche 944. Se convirtió en uno de los mejores deportivos de todos los tiempos debido a su alto rendimiento, su manejo deportivo y su reconocible diseño. Venía con un motor de cuatro cilindros y 200 CV.
Desde entonces, han venido 6 generaciones más, mejorando en prestaciones y potencia, llegando hasta los 420 CV de la última edición.
Últimos modelos deportivos
En los últimos años, estamos asistiendo a un gran avance en el mundo de los coches deportivos gracias a la llegada de modelos cada vez más potentes y avanzados.
Algunos de los últimos modelos más potentes del mercado son el Toyota GR Yaris, el Honda Civic Type R o el Porsche Panamera.
En la actualidad, existen miles de coches deportivos que pretenden resurgir esa esencia de los grandes clásicos. En Soul Auto de vez en cuando tenemos reliquias históricas de un clásico deportivo, así que te aconsejamos que estés pendiente de nuestras redes y nuestra web para que pujes por el deportivo por el que llevas tanto tiempo esperando.
