En el mercado de coches usados actual hay mucha, pero que mucha inversión y especulación, tanto con coches modernos, superdeportivos o versiones de edición limitada para coleccionistas como con coches clásicos, por el motivo que sea – sobre todo por rareza y exclusividad más que por sus propias prestaciones. Ocurre en cierto sentido lo mismo que se puede ver en el mercado del arte, sin ir más lejos, aunque sin llegar a las cifras estratosféricas (…o sí, en algunos casos) de algunos cuadros de pintores y retratistas importantes en la historia. En cierto sentido, esto es algo muy contrario a la idea que se puede concebir del automóvil si lo entendemos para disfrutarlo, para hacer kilómetros, para utilizarlo para lo que está pensado: viajar, circular, moverse en libertad, recorrer rutas…en definitiva, vivir el automóvil.
Ahora bien, existen inversiones muy interesantes, aquellas que ofrecen unas prestaciones interesantes o modelos llamativos pero que no tengan precios inflados o no estén tan cotizados como otras variantes del mismo modelo. Puede ocurrir, sin ir más lejos, con versiones que no sean los topes de gama de ciertos modelos que se escapen del radar de coleccionistas o de los cuales queden más unidades que aquellos conocidos como ‘unicornios’. Sin ir más lejos, en Soul Auto aparecen de cuando en cuando algunas de estas unidades, oportunidades interesantes para hacerse con coches únicos, coches con alma para disfrutarlos como a uno más le apetezca invirtiendo de manera inteligente.
Uno de estos casos lo podemos encontrar en el mítico Opel Calibra: en la calle, una variante de dos puertas del Opel Vectra de principios de los noventa con el que compartía incluso el interior. En las carreras, un coche espectacular que se labró su leyenda en el antiguo DTM y los superturismos…así como cierto éxito como coche de Grupo A en los rallyes. Este coche se basó en el Calibra 4×4 Turbo, el cual siendo la variante tope de gama de un coche ya de por sí muy codiciado por sus prestaciones, estética espectacular, gran aerodinámica y precio asequible – esto implicó también que muchas unidades fueran maltratadas, tanto en su uso como en ‘decisiones estéticas cuestionables’ durante la década de los noventa y el auge del tuning.
Con el tiempo, los Calibra 4×4 Turbo que estaban en buenas condiciones acabarían subiendo de precio en el mercado. Ahora bien, los Calibra V6 con especificaciones más básicas, sin llegar a los de motores de cuatro cilindros, se han mantenido en buen precio incluso hablando de unidades en muy buen estado de mantenimiento. Algo similar se puede apreciar con otros modelos, como el Peugeot 205 GTX, el cual montaba un motor 1.6 al igual que los primeros 205 GTI. Ahora bien, los GTX no se han revalorizado tanto con el tiempo como con los más reverenciados GTI, contando con una estética similar y tan solo 96 caballos en lugar de los 105 que podía dar el 205 GTI con el motor 1.6.
Otro ejemplo del que podemos hablar es el Mazda MX-5 NC, la tercera generación. La primera generación es muy aclamada a día de hoy, siendo el roadster que revitalizó un segmento que estaba de capa caída a finales de los ochenta. Hoy día, los NA y NB (1º y 2º generación) están muy cotizados…más incluso que el de tercera generación, más avanzado tecnológicamente. Del NC existieron versiones con motor 1.8 y 2.0 – una gran recomendación es la de buscar una unidad con el 2.0, no por el empuje extra del motor sino por el hecho de que estas unidades incorporaban un diferencial autoblocante. Eso sí, los NC 2.0 están más cotizados por este motivo, por lo que es una cuestión de equilibrio en la inversión.
Un caso similar ocurre por ejemplo con los BMW M3 E90, mucho menos cotizados en comparación a los M3 E30 pese a ser mucho más moderno y avanzado – eso sí, no es fácil dar con una unidad en el mercado. Eso sí, si uno está interesado en un M3 E90, lo primero que ha de hacer es revisar el motor e incluso renovar algunas piezas, pues esta generación requería de un mantenimiento bastante atento en este aspecto. No sólo el M3, pues a otros modelos de esta generación también les pasaba lo mismo – caso del 320si, el coche que BMW utilizó para homologar su versión de carreras para el Mundial de Turismos.
Aunque ya no están a precio de ganga, los Porsche 944 siguen siendo opciones de compra interesantes, ya sean las unidades originales o los S2 que aparecieron más tarde. Los 944 Turbo, en concreto, han subido de precio en los últimos años, si bien existen unidades en gran estado por una módica parte de lo que costaría un 911 de la misma época. Otra opción de compra interesante son los Saab 9000 Turbo de mediados de los noventa, aunque también hay unidades a buen precio del mítico 900 Turbo – eso sí, con techo rígido, pues el descapotable cuenta con una mayor cotización en la actualidad.
Si bien los Volkswagen Golf I GTI están muy valorados (como ocurre también con los Renault 5 Turbo y otros de los hot hatchs originales), los Volkswagen Golf II G60 se pueden encontrar en buenas condiciones a un precio razonable, pudiéndose considerar como una compra inteligente – también había versiones del Volkswagen Corrado con este motor 1.8 que hoy día pueden encontrarse en el mercado. Otros compactos de interés son los Ford Focus de primera y segunda generación – sin irse al Focus RS, existen unidades del Focus ST de segunda generación a un precio razonable, así como algunas unidades del Ford Focus ST170 que compartía algo de estética con aquel Focus WRC que pilotaron Colin McRae y Carlos Sainz en el Mundial de Rallyes.
Artículo escrito por David Durán
