El modelo Audi Quattro ha sabido convencer al público con las cualidades del sistema de tracción quattro, tan orientado a la seguridad como a la deportividad. En los 80 la marca de los cuatro aros fue pionera, y desde el “boom de los SUV” el volumen de ventas de estas versiones resulta impresionante. Y es que el marketing que Audi ha realizado para su tecnología quattro ha tenido unos efectos sobresalientes, con anuncios míticos como las series de ascensiones por trampolines de saltos de esquí, como el famoso anuncio realizado en 1986 con un Audi 100 quattro CS subiendo el trampolín de Kaipola (Finlandia). La publicidad, y los numerosos éxitos en competición en las diferentes disciplinas en las que ha participado, han logrado crear un icono, sinónimo de deportividad y seguridad. Vamos a repasar un poco su historia.
1980, Salón del Automóvil de Ginebra. Audi sorprende a todos presentando el primer turismo de gran producción con tracción a las cuatro ruedas. Se le llamó Audi Quattro “a secas”, y era una versión derivada del Audi Coupe GT pero con el conocido sistema de tracción y un potente motor turbo de 200 cv. Derivado del Audi 80 Coupe, pero dotado de una carrocería menos redondeada, el primer quattro medía 4.404 milímetros de largo y lucía llantas Fuchs de aluminio de 6 pulgadas. El dr. Ferdinand Piech era muy consciente de que habían comenzado a escribir un nuevo capítulo de la historia de la automoción. En su discurso de presentación del Audi Quattro finalizó su intervención con las palabras: «es éste el debut de la tracción a las cuatro ruedas en el sector de los automóviles de calle».
El quattro -que es una denominación sugerida por Walter Treser- hizo época y tuvo muy buena aceptación desde el primer momento. La revolucionaria concepción de la tracción y la deportividad del vehículo convenció rápidamente a la prensa del motor. El motor cinco cilindros con 2.144 centímetros cúbicos de cilindrada proporcionaba 200 cv, para un peso de 1.290 kilogramos, que le permitía pasar de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y superar los 220 km/h. El Audi Quattro era el máximo exponente deportivo de la gama de modelos de Audi en aquella época, y lo era no sólo en lo que se refiere a las prestaciones, sino también en cuanto al precio (en España, en el 87, costaba 8.600.000 pesetas). El quattro original se fabricó hasta mayo de 1991, y su producción cesó tras haber vendido 11.452 unidades.
En los 90 la tracción del Audi Quattro se fue extendiendo a los modelos de altas prestaciones Audi
A partir de 1990, los modelos “S” contribuyeron a reforzar en gran medida la imagen dinámica que se había ganado la marca Audi en las carreras. En primer lugar, habría que mencionar al respecto el Coupé S2. Esta línea estratégica fue continuada un año más tarde con el modelo S4 basado en el Audi 100. También el primer modelo RS escribió un importante capítulo, al tener unas prestaciones fulminantes para tratarse de un familiar. Este modelo con motor turboalimentado de cinco cilindros se empezó a fabricar en 1994 y fue comercializado durante un año. La potencia era 315 cv. 2.881 clientes compraron este deportivo basado en el modelo Audi 80 Avant. El RS2 es actualmente un automóvil clásico muy bien cotizado por parte de los coleccionistas.
En el año 2000, Audi coronó su gama de altas prestaciones con los modelos RS4 y RS6. Con potentes motores V8, ambos modelos impactaron de forma impresionante en la categoría de los coches de altas prestaciones; y desde 1995, Audi comercializó igualmente los diésel TDI con tracción integral quattro. Un lugar muy destacado lo ocupan los modelos allroad quattro, pero el “boom de los SUV”, primero con los Q7 y posteriormente con los Q5 y Q3 volvió a dar un buen empujón a la tracción quattro de Audi para sumar así millones de unidades vendidas.
De los rallies a los circuitos, y ¡ahora al Dakar!
Por lo que se refiere a la competición, la eficacia de este sistema se demostró desde sus inicios en el Mundial de Rallies, primero homologado como Grupo 4 en 1981, y luego ya como Grupo B con cifras de potencia que rondaban los 500 CV, obteniendo cuatro mundiales -dos de marcas y dos de pilotos (Mikkola y Blomqvist)- entre 1982 y 1984. El dominio de los Audi con tracción Quattro continuó en el paso de la marca de los cuatro aros a los circuitos, hasta el punto de que durante un tiempo, las autoridades europeas en automovilismo prohibieron esta tecnología. El balance de la tracción quattro de Audi en competición incluye, además de los primeros cuatro títulos en el Campeonato del Mundo de Rallies, tres victorias en el Pikes Peak, una victoria en el campeonato TransAm, diversos títulos DTM y otros certámenes nacionales de turismos; además de tres triunfos consecutivos (2012-2014) en las 24 Horas Le Mans con el Audi R18 e-tron quattro de tecnología híbrida. El próximo capítulo de la eficacia del sistema quattro de Audi en competiciones internacionales lo veremos en enero de 2022, ya que se ha inscrito como equipo oficial en el Dakar con el RS Q e-tron electrificado que pilotarán el español Carlos Sainz, el francés Stephane Peterhansel y el sueco Mattias Ekstrom.