1994 PEUGEOT 106 RALLYE

7.500€Precio

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LO MÁS DESTACADO

Excelente ejemplo bien restaurado de esta ligera y divertida versión Rallye. Este pequeño
compacto deportivo, lanzado al mercado en octubre de 1993, nació con una clara orientación a la competición. Los ingenieros de Peugeot tuvieron un exigente reto contra el peso que les llevó prescindir de todos los lujos, llegando a eliminar elementos como los reglajes eléctricos de ventanillas y espejos, hasta las rejillas de ventilación centrales y sus conductos, pero el resultado merecía la pena, menos de 820 kg.
El 106 Rallye brindaba esas sensaciones que solo pueden ofrecer los coches 100% analógicos.
En parte, por la respuesta del motor atmosférico de gasolina, que entregaba la potencia máxima a 7.200 rpm y los 108 Nm de par a 5.400 vueltas.
El motor de inyección de 1,3 litros del Peugeot puede tener solo 98 CV, pero gracias a su ligera carrocería, no es de extrañar que fuera capaz de alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h y
acelerar de 0 a 100 en 10,3 segundos.
Vehículo con certificado SGS de calidad del vehículo. Soul Auto revisa y valida cada uno de los vehículos, pero esta certificación pretende dar una seguridad extra al comprador, aportando una valoración independiente y exhaustiva sobre 211 puntos del vehículo: Estado de la carrocería, lunas, neumáticos, llantas, bajos e interior del vehículo. Comprobaciones funcionales sobre el motor y la electrónica. Y pruebas de conducción. (SGS es líder mundial en inspección, verificación, ensayos y certificación de vehículos).

EQUIPOS Y OPCIONES

Unidad en color blanco, el más conocido de esta primera serie, disponible de fabrica en blanco, rojo o negro, el hecho de contar solo con tres colores exteriores no parecía un problema. A fin de cuentas, había nacido para correr… como demostraban sus llantas de chapa, también blancas. El coche conserva toda la configuración original de un modelo que no permitía muchos extras. Todo está en estado original, volante, radio Clarion y tapicería son las de serie para esta versión.

CONDICIÓN

El automóvil está en un estado excepcional en todos los aspectos. Fue restaurado con un cuidado y nivel de detalle difícil de igualar, y sólo posible de llevar a cabo, gracias a un apasionado propietario que entienda el concepto de esta versión 106 Rallye. El interior negro sobre rojo exclusivo del Rallye está en muy buenas condiciones, la carrocería ha sido pintada , y no presenta ni el más mínimo daño, el motor reconstruido de nuevo hace menos de 1000 km. funciona mejor que nunca, habiendo sustituido todas las piezas de fricción por nuevas de origen. El historial cuenta con detalle de todos los trabajos realizados a nivel mecánico y de chapa. Entre trabajos realizados, también se han sustituido todos los elementos de seguridad del tren rodante y suspensiones.

HISTORIAL DE SERVICIO

El vehículo cuenta con un detallado archivo de facturas, de todos los trabajos de restauración y mantenimiento llevados a cabo. Poco podemos aportar sobre el historial de servicios anteriores, dado que los trabajos realizados nos hacen hablar de un coche nuevo completamente. El automóvil pasó su última ITV sin advertencias en octubre de 2021.
El propietario ha querido mantener e informar del kilometraje total del coche, pero la verdad, es un detalle poco relevante en este caso. Después de todos los trabajos realizados, estamos hablando de un coche a estrenar.

RESUMEN

Este pequeño Peugeot, está listo para hacer disfrutar y ofrecer sensaciones al volante, que los actuales coches con las tecnologías y ayudas a la conducción ya no transmiten. Del mismo modo decimos que, no es un coche para todo tipo de conductores. Como fue habitual en los años 80 y 90, la transición del subviraje al sobreviraje es tan rápida que hay que estar hábil con la dirección. Algo que tampoco es sencillo, dado que no resulta especialmente veloz en su manejo y reacciones. Si es el próximo propietario de este Peugeot 106 Rallye, podrá conducirlo sin preocupaciones, este clásico de culto se presenta en un estado original, listo y ansioso por poner una sonrisa en el rostro de quien se ponga al volante.