El pasado año, la división de alto rendimiento con sede en Affalterbach, celebró su 55 aniversario. Por decisión estratégica y comercial, Mercedes-Benz decidió cambiar el nombre de su departamento de coches especiales para pasar a denominarse, desde 2015, Mercedes-AMG.
Los inicios de AMG se remontan al año 1967, en el que Hans Werner Aufrecht y Eberhard Melcher, ambos ex-ingenieros de Daimler-Benz, crearon una empresa en el viejo molino de Burgstall. En su modesta sede inicial, se encargaron del desarrollo y la ingeniería de los motores de competición de Mercedes-Benz.
El éxito en competición llegó con AMG Mercedes 300 SEL 6.8
Los éxitos en competición comenzaron a fraguarse muy pronto, concretamente en 1971. En ese año, el AMG Mercedes 300 SEL 6.8 gana en su categoría las 24 horas de Spa, con Hans Heyer y Clemens Schickendanz al volante. A partir de ahí, la empresa no dejó de progresar con un crecimiento constante y, en 1978, Werner Aufrecht y Eberhard Melcher se ven obligados a abandonar el viejo molino de Burgstall para hacerse con unas instalaciones superiores, concretamente a Affalterbach, actual sede de la compañía.
Imagen del Mercedes 300 SEL 6.8 – Wikipedia
Ya en los 80, con una empresa cada vez más potente, AMG va estrechando sus lazos con Mercedes-Benz y, en 1988, se encargaría de la gestión y desarrollo de los coches oficiales de la marca de Stuttgart en el DTM, que es el campeonato de turismos alemán. Un campeonato de éxito para la marca alemana, pues es la que más victorias, campeonatos y títulos de pilotos acumula en su palmarés.
Mercedes 190 E
En cuanto a los coches de calle, seguramente, el primer modelo que se te venga a la cabeza sea el Mercedes 190 E 2.5-16 Evolution II, un modelo muy especial en el que, al menos oficialmente, AMG nada tuvo que ver. AMG tan sólo se centró en el desarrollo de la versión DTM, que terminó ganando el campeonato de 1992 con Klaus Ludwig a los mandos. Aquel mítico coche de calle, que se fabricó para poder ser homologado para la competición, es una joya muy especial que esperamos tener muy pronto aquí, en Soul Auto. Es un coche tan especial, que a nadie se le olvida aquella imagen de Ayrton Senna en Nürburgring, en 1984, en la famosa ‘Race of Champions’. En aquella carrera, al margen de Senna, Mercedes-Benz reunió, según su criterio, a los 20 mejores pilotos de todos los tiempos. Casi nada.
Unidad expuesta del Mercedes 190 E 2.5 16 Evolution II – Wikipedia
C36 AMG: el primer deportivo desarrollado conjuntamente por Mercedes y AMG
Pero el primer coche de calle que se lanzó conjuntamente entre Mercedes-Benz y AMG fue el C36 AMG de 1992. Este primer deportivo desarrollado de forma conjunta, dejaba muy claro cuál iba a ser el espíritu del preparador alemán; motores salvajes y mucha potencia. Casi se podría decir que, aunque no tengan nada que ver, los AMG siempre han sido como una especie de muscle cars europeos infinitamente más sofisticados, refinados, eficaces y mejor fabricados. En cuanto al C36 AMG, la firma de Affalterbach hizo un trabajo excepcional sobre la base de aquel W202, incrementando el cubicaje del motor de 6 cilindros en línea (M104) para que pudiera alcanzar los 3.2 litros y aumentado la potencia para pasar de los 193 CV hasta los 280 CV. La tracción, por supuesto, era trasera. Y la suspensión, convenientemente rebajada, contaba con un ajuste específico firmado por AMG. Una auténtica maravilla de automóvil que, hoy en día, pondría en apuros a más de un modelo equivalente. En 1997, Mercedes-Benz decidió cesar su producción tras ensamblar, nada más y nada menos, que un total de 5.000 unidades.
Mercedes Benz AMG C36 – Wikipedia
Tras el C36 AMG, que fue una primera carta de presentación para ir abriendo boca, en 1998, AMG se sacó de la manga el CLK GTR, un superdeportivo descomunal de 612 CV que se fabricó en edición limitada (concretamente 26 ejemplares) para poder homologarlo y competir en la categoría GT1 FIA. La versión de calle montaba un motor V12 de 6.9 litros que le permitía conseguir una aceleración de 0 a 100 Km/h en 3,8 segundos y una velocidad máxima de 344 km/h. Actualmente, una unidad de este modelo puede alcanzar un valor de subasta de unos 9 millones de euros.
A partir de este momento, la lista de modelos firmados por la división de alto rendimiento de Mercedes-Benz se ampliaría casi exponencialmente para estar presente en todos o casi todos los modelos de la marca hasta la actualidad, donde AMG, como hemos apuntado con anterioridad, prácticamente actúa como si fuera una marca independiente.
Mercedes-AMG ONE: lo último
La última hazaña de Mercedes-AMG, al margen de sus últimos años de gloria en Fórmula 1, es la creación del Mercedes-AMG ONE, un modelo que le ha permitido a AMG ser el primer fabricante de automóviles que se ha atrevido a llevar un hipercoche de estas características a Nürburgring Nordschleife. Así, el ONE, no sólo es el vehículo de carretera más rápido en el Nordschleife, sino también el más rápido en la categoría de «superdeportivos» de Nürburgring.
El Mercedes-AMG ONE es un superdeportivo muy avanzado tecnológicamente que equipa un sistema de propulsión híbrida, compuesto por un motor de combustión interna V6 de 1,6 litros y cuatro motores eléctricos, que es capaz de superar los 1.000 CV de potencia combinada. Al margen de ser un escaparate tecnológico de todo el avance de la marca en Fórmula 1, también es un adelanto de lo que va a ser esta nueva etapa de Mercedes-AMG, donde la electrificación irá ganando cada vez más protagonismo. Por tanto, aquel concepto de enormes y potentes motores en V será un sueño del pasado en el que, con casi total probabilidad, nunca jamás volveremos a ver en un modelo de altas prestaciones de Mercedes-Benz.