Calificar un coche que ha pasado por manos de un preparador siempre es algo particular…porque el coche en sí lo es, evidentemente. Es decir, no es el coche que pueda parecer a primera vista, hablando en este caso de un BMW del cual ya presuponemos lujo y potencia en niveles equilibrados. Ahora bien, cuando hablamos de Alpina y motores biturbo, empezamos a hablar de modelos interesantes. Y es desde luego interesante el caso del Alpina D3 Biturbo Touring, basándose en el F31 – es decir, el Serie 3 familiar fabricado entre 2012 y 2019 (ya que el Serie 3 sedán recibió el nombre en código F30). En concreto, el Alpina D3 Biturbo Touring Allrad fue fabricado entre los años 2013 y 2015.
Alpina lleva trabajando con modelos de BMW desde mediados de los sesenta, mejorando en prestaciones los coches que salían de la cadena de montaje bávara como también han hecho otros preparadores como AC Schnitzer o como también pasa con otros fabricantes del mercado – de hecho, es hasta común en el caso de marcas alemanas por su legado histórico (cultural, podría decirse), menos con fabricantes de otros países. El Alpina D3 Biturbo Touring es fruto de ello, tanto en el interior como en el exterior. La versión familiar del que en su momento se consideró como el sedán diesel más rápido del mundo.
Distintivos Alpina en el parachoques delantero y en la parte trasera del coche
Por fuera, el aspecto es muy similar al de un F31 corriente, pero al acercarnos empiezan a verse los distintivos de Alpina tanto en el parachoques delantero como en la parte trasera del coche, así como en el marco de la puerta una vez se abre para acceder al interior. El logo de la firma también reemplaza al de BMW en el centro del volante, encontrándonos con un interior lujoso y tradicional, con una mezcla de botones físicos y pantalla inverso al que estamos acostumbrados en la actualidad – es decir, pantalla pequeña y más botones físicos, algo a lo que algunos fabricantes están volviendo mientras que otros se vuelcan aún más en controles táctiles que pueden resultar perjudiciales al tener que desviar la mirada de la carretera para su uso.
También en el interior encontramos un detalle interesante, dado que Alpina numera las unidades que fabrica a partir de los BMW, dado que se trata de coches con una tirada limitada. Esta placa, en el caso del D3 Biturbo, se encuentra debajo de la consola central, a continuación de la palanca de cambios. El logo de Alpina también se puede encontrar en los asientos, tanto en los de la fila delantera como en los de la trasera…y también en el centro de las llantas, por si a alguno o alguna se le pasa por alto.
El Alpina D3 Biturbo conserva el propulsor 3.0 atmosférico de seis cilindros
A nivel de mecánica, el Alpina D3 Biturbo conserva el propulsor 3.0 atmosférico de seis cilindros en línea montado en posición longitudinal marca de la casa bávara. Ahora bien, los dos turbos hacen que se eleven la potencia hasta los 350 caballos. Esa potencia se alcanza a base de una nueva centralita, un intercooler de mayor tamaño y nuevos colectores de escape. También se han revisado cosas como controles de estabilidad, amortiguadores regulables y dirección asistida eléctrica. Los sensores de sistemas ADAS, asientos de cuero calefactados y, en definitiva, todas las bondades que uno espera de un BMW moderno se han mantenido en este Alpina D3 Biturbo Touring.
Estos 350 caballos de potencia se transmiten a las cuatro ruedas (de ahí ese sobrenombre de Allrad) utilizando una caja de cambios automática de ocho velocidades firmada por ZF. Es una caja de cambios con modo secuencial, de modo que pueden utilizarse las levas del volante como en otros coches del mercado con cambio automático. Los muelles del D3 Biturbo son un 40% más rígidos que el del modelo normal, de modo que la conducción cambia por completo, una experiencia muy diferente, más estable en carreteras con firmes sólidos. Ahora bien, tiene un reglaje blando que es aún más blando que el BMW F31 de serie, de modo que pueda solventar situaciones donde la suspensión rígida pueda ser incómoda. También lleva barras antivuelco nuevas.
En definitiva, estos pequeños cambios aquí y allá, sobre todo el de las suspensiones, hacen que la experiencia de conducción del Alpina D3 Biturbo Touring sea bastante distinguida que la del modelo del que emana. Le da la deportividad, pero sobre todo la capacidad de reacción que algunos clientes piden a sus coches, que a su vez es una capacidad de emocionar. El hecho de que sea familiar no significa que se pueda hacer un coche con cierto componente emocional, incluso con carices deportivos.
Artículo escrito por David Durán