¿Te gustaría saber cuáles son algunos de los mejores BMW clásicos de la historia de la marca alemana? En este post encontrarás los más icónicos: BMW Isetta, BMW 2002, BMW 507…
Los mejores coches BMW clásicos
Con sede en Múnich, BMW es uno de los fabricantes de vehículos y motocicletas de gama alta más importantes y reconocidos del mundo. A lo largo de su trayectoria de más de 100 años no ha dejado de innovar, creando coches de alta eficiencia tecnológica como los que te mostramos a continuación.
BMW Isetta
Aunque no se trata de un diseño original de la marca germana, sí que merece estar entre los modelos más emblemáticos de BMW. Así, el Isetta es un coche del fabricante italiano Iso producido bajo licencia por los bávaros, quienes construyeron un total de 136 376 unidades frente a las 1000 del propio inventor.
Si por algo destaca el BMW Isetta es por su estética en forma de burbuja y su pequeño tamaño, de poco más de dos metros de largo y menos de metro y medio de ancho. Además, fue el primer vehículo producido en serie en consumir 3 litros cada 100 kilómetros gracias a su motor de un solo cilindro y 13 CV de potencia.
BMW 2002
El BMW 2002 es un sedán compacto deportivo que estuvo en producción entre 1962 y 1976. A día de hoy está considerado como uno de los coches más icónicos de toda la historia de BMW y es una auténtica joya para los coleccionistas.
Este automóvil de dos puertas no solo ofrecía un diseño revolucionario para la época, sino que también equipaba un motor muy avanzado de cuatro cilindros (M10) que proporcionaba un excelente rendimiento, entre 100-130 CV. Asimismo, era ágil y preciso, brindando una gran experiencia de conducción.
Unos años más tarde, en 1971, apareció una versión todavía más potente: el BMW 2002 Turbo, capaz de llegar a los 170 caballos de potencia y acelerar de 0 a 100 en solo 7 segundos.
BMW 507
Se trata de uno de los descapotables más famosos de la historia, en parte gracias a Elvis Presley. La leyenda del rock compró una unidad (chasis 70079) mientras servía en el ejército con destino en Alemania, lo que contribuyó a su popularidad y reconocimiento. Asimismo, solo se fabricaron 253 ejemplares entre 1956 y 1959, de ahí que sea un vehículo muy cotizado en la actualidad, pudiendo superar el millón de dólares fácilmente.
El BMW 507 era un roadster biplaza muy elegante cuya carrocería estaba diseñada por completo en aluminio e incorporaba un techo de lona y capó largo. Por otro lado, montaba un motor V8 de 3,2 litros de 150 caballos de potencia que alcanzaba los 200 kilómetros por hora. ¡Casi nada! Además, también disponía de tracción trasera y una caja de cambios manual de cuatro velocidades.
BMW M1
¿Otro de los mejores BMW clásicos? El BMW M1, modelo que tuvo el honor de inaugurar la famosa saga M de la marca alemana. Este deportivo compacto biplaza producido entre 1978 y 1981 se construyó en la fábrica de Lamborghini y únicamente se lanzaron 453 unidades, lo que lo convierte en uno de los modelos más apreciados de la historia.
El M1 destacaba tanto por su estética llamativa como por su rendimiento y buenas prestaciones. De hecho, no solo contaba con una fantástica carrocería de fibra de vidrio diseñada por Giorgetto Giugiaro, también equipaba un motor de seis cilindros en línea de 3,2 litros que rendía a 273 CV y alcanzaba una velocidad máxima de 265 km/h.
BMW Z8
Llegó a los concesionarios en 1999 y se convirtió en todo un éxito rápidamente gracias a su diseño (inspirado en el BMW 507) y a su potente motor V8. Además, ¿sabías que apareció en la película de James Bond El mundo nunca es suficiente?
El BMW Z8 tenía una carrocería descapotable fabricada en aluminio disponible tanto en techo duro desmontable como techo de lona. Asimismo, este impresionante biplaza equipaba un propulsor V8 atmosférico (el mismo que el BMW M5 E39) que ofrecía 395 CV de potencia que le permitían acelerar de 0 a 100 en solo 4,2 segundos. Su velocidad máxima ascendía a los 250 km/h.
Con poco más de 5700 unidades producidas, es a día de hoy uno de los vehículos clásicos más valorados por los entusiastas del motor.
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