Durante muchos años, Volkswagen dejó ‘loco’ al mundo con el Golf GTI, el coche que literalmente descubrió el concepto de hot hatch en la década de los setenta. En lugar de hacer coches con aspecto deportivo y prestaciones normales, como era común en aquel entonces, se buscó un coche que, con una apariencia no muy lejos de la de un coche normal, consiguiera prestaciones deportivas. Así fue con el Golf de primera, segunda y tercera generación, un concepto que perdura incluso hasta nuestros días. Pero en Volkswagen se les ocurrió ir un paso más allá, crear algo aún más dinámico, más explosivo: el Golf R32.
Se lanzó a principios del siglo XXI, al final de la vida comercial del Golf IV y con el Golf V llamando a la puerta. Lo habitual en los Golf era encontrar motores cuatro en línea, tanto entre los de gasolina como en los TDI, mucho antes de que llegase el downsizing (aunque ya había coches de tres cilindros en el mercado). Aquí no. Aquí aparecía un propulsor V6 3.2 que rendía nada menos que 240 caballos de potencia – no era el primer Golf V6 puesto que ya estuvo, unos años antes, el Golf III VR6 que además era tracción total. Este Golf IV R32 también era tracción a las cuatro ruedas al contrario que el resto de la gama, que eran tracción delantera.
De hecho, el Golf IV R32 era la evolución directa del VR6, montando un motor de cuatro válvulas por cilindro en lugar de dos, siendo ambos motores de la misma familia. Pero más importante que eso, el Volkswagen Golf IV R32 se distingue por ser el primer coche del mercado que montó una caja de cambios de doble embrague: el primer coche con cambio DSG que ahora vemos tan común en los modelos del Grupo, ya sean de Volkswagen, Audi, Skoda, SEAT y hasta Cupra. Con esta caja DSG, los cambios de marcha se hacen mucho más rápido, dando unas sensaciones brutales en un coche que ya podríamos considerar de la vieja escuela: subiendo de vueltas, sin ayuda de turbo, con potencia, pero sin demasiado peso (menos de tonelada y media en vacío, nada mal para un coche de tracción total).
La mecánica, en realidad, provenía del Volkswagen New Beetle RSi, un ‘super Beetle’ especial del que sólo se fabricaron 250 unidades y servía como base para la copa monomarca de circuitos Beetle Cup, un coche de auténtico coleccionista. Montaba el mismo motor 3.2 del R32, aunque con ‘solo’ 220 caballos y se basaba en la misma plataforma, además de contar con la misma tracción a las cuatro ruedas 4Motion. Eso sí, aunque tenía caja de cambios de seis velocidades, no era la DSG que se ofrecía en el R32.
Los discos de freno con pinzas azules, la suspensión trasera independiente, sus llantas de 18 pulgadas o los asientos semibaquets muestran el espíritu de este coche, muy diferente y radical del Golf convencional. Al mismo tiempo, no prescinde de comodidades para el día a día puesto que lleva climatizador automático y otros elementos que alegran la vida en el habitáculo de este coche singular. De hecho, la demanda superó lo previsto por Volkswagen, llegandose a fabricar hasta 2004 en algunas partes del mundo.
El Golf IV R32 existió tanto con carrocería de tres puertas como de cinco puertas – esta última sólo se ofreció en el mercado europeo, al contrario que la de tres puertas. El aspecto del R32 se completa con el kit de parachoques exclusivo para esta versión (similar en diseño al del Beetle RSi), faldones laterales y un acabado en gris plata o azul. Algunas unidades incluían techo solar, una muestra del paso adelante en nivel de acabado que quiso dar Volkswagen con esta generación del Golf. En Europa también se ofrecía la opción de montar faros de xenón, vistos en coches de más alta gama en aquellos años.
Este Golf IV R32 sería la base para otros modelos que se instauraron como el tope de gama del compacto por excelencia de Volkswagen, apareciendo otros R32 a lo largo de los años. En la actualidad este rol lo cumple el Volkswagen Golf R, el cual ya supera los 300 caballos manteniendo aspectos como la tracción a las cuatro ruedas o el cambio DSG. Este año, Volkswagen ha sacado el Golf R con un paquete especial 20 aniversario en honor al lanzamiento del R32 original..
Artículo escrito por Gustavo Rodríguez