Durante nada menos que diez años hemos podido disfrutar del Lamborghini Huracán, uno de los superdeportivos más exitosos en la historia de la marca italiana. El coche que vino a reemplazar al Gallardo como ‘segundo’ coche de la marca – pues el Gallardo estuvo por debajo del Murciélago como el Huracán se ha posicionado por debajo del Aventador, sucedido a su vez por el nuevo Revuelto – ha aguantado una década en el mercado, estrenándose allá por 2014. Por el camino, lo hemos podido disfrutar en varias especificaciones y configuraciones, así como algunas ediciones especiales como ya es propio de la marca de Sant’Agatha Bolognese. Un coche que además ha tenido protagonismo en las carreras, con casi una década de vida del Huracán GT3 a través de sus tres evoluciones diferentes además de las versiones Supertrofeo de carreras monomarca.
El Huracán heredaba del Gallardo su motor V10 compartido con el Audi R8, ampliado a 5.2 litros para dar inicialmente unos 600 caballos suficientes para acelerar de 0 a 100 en 2,5 segundos y alcanzar, según cifras oficiales, los 325 kilómetros por hora de velocidad punta. Las versiones más ‘sencillas’ eran los LP 580-2 Coupé y Spyder con tracción trasera mientras que, al LP 610-4 de tracción a las cuatro ruedas se le uniría el LP 640-4 Performante, en el que la potencia se elevaba a 640 caballos y el par también aumentaba de 560 a 600 Nm de par motor. El Performante, de hecho se mantendría como el más potente de todos los Huracán junto al LP 640-2 STO (variante pensada para track days en circuito) y el LP 640-2 Tecnica.
En cualquiera de sus variantes el Huracán era toda la bestia que uno podía esperar de una creación tan extrema de Lamborghini, en todas sus facetas. Para los más puristas estaban las versiones con tracción a las ruedas posteriores (las cuales se benefician de un ahorro de peso al no haber túnel de transmisión), si bien es cierto que desde el principio llevó una tracción total que le hacía más efectivo, siendo tanto el Tecnica como los EVO los que más han refinado la fórmula de este superdeportivo. Un ejemplo de ello se puede ver en el reciente Lamborghini Huracán Sterrato, una versión ‘levantada’ al que se le han dado algunas herramientas para poder surcar dunas, caminos de arena y pistas de tierra a toda velocidad.
Una característica que define a todos los Lamborghini, Huracán incluido, es el ejercicio de exageración que existente tanto en el exterior como en el interior. Por dentro, el conductor se siente a medio camino entre el domador de una bestia y el piloto de un caza, con muchas formas hexagonales e incluso la manera en la que se arranca el coche, con un botón con protector simulando el de los aviones de combate – de hecho, el Huracán fue el primer Lamborghini con función Start & Stop. También fue el primero en utilizar el virtual cockpit con una pantalla de 12,3 pulgadas proveniente de Audi.
Más allá de las cifras y la tecnología que incorpora, la experiencia en el Huracán es sencillamente espectacular. No se trata de una conducción tan purista como los Lamborghini del pasado, como puedan ser los Countach o Diablo, pero es mucho más efectivo, sin llegar a ser tan intimidante para el conductor como sí lo es el Aventador. Como superdeportivo extremo, también hay que tener en cuenta que es un coche en el que uno va apretado, sin demasiado espacio en el interior. Además, aunque es más cómodo que algunos de sus antecesores, no deja de ser un coche duro que pondrá a prueba las nalgas de los ocupantes.
Tanto la dirección como el chasis y la suspensión (la cual tiene diferentes modos de reglajes, incluyendo un modo Sport en el que el coche se vuelve aún más radical), funcionan a las mil maravillas en cualquiera de las versiones del Huracán como es de esperar, dando unas sensaciones increíbles, cercanas a las de coche de carreras aunque manteniendo el compromiso de un coche matriculable. Por todo esto, muchos consideran que va a considerarse un auténtico clásico en el futuro cercano.
Toda una década de éxitos y un gran sonido que, como ocurre con todos, debe llegar a su fin: y es que Lamborghini ya ha adelantado que el final de la producción del Huracán se producirá en torno a finales de 2024. Al igual que le ha ocurrido al Aventador, el Huracán será relevado por un nuevo superdeportivo hibridado como es el caso del Revuelto, despidiéndose con los últimos STO, Tecnica y Sterrato. Tecnológicamente habrá avance, pero las sensaciones de un V10 atmosférico (es casi increíble ver cómo ha durado un motor así de la manera en la que ha cambiado el mercado en la última década) revolucionando con el tono de voz que lo hacen los toros italianos no se pueden igualar.