Muchas son las joyas provenientes del país del sol naciente que muchos seguidores del motor adoran, los que conocemos comúnmente como JDM – siglas en inglés de Japanese Domestic Market – el mercado de vehículos japoneses. En particular, se refieren a deportivos, algunos que rondan los 200 e incluso 300 caballos de potencia y que en muchos casos hacen referencia a deportivos espectaculares de la década de los ochenta, los noventa y entrada del nuevo siglo. Entre ellos, hay uno que no se suele nombrar tan a menudo y es el protagonista de este artículo. Hablamos, por supuesto, del Mitsubishi 3000 GT, conocido como Mitsubishi GTO o Dodge Stealth en según que partes del mundo.
Cabe recordar que, como muchas otras marcas, la firma de los tres diamantes ha cambiado bastante con el paso de los años. La Mitsubishi de entonces no se centraba en SUV ni estaba hermanada con Nissan y Renault, sino que fabricaba algunos vehículos interesantes entre los cuales podemos considerar el 3000 GT. Eso sí, si hay un vehículo que se destaca de Mitsubishi dentro de la cultura JDM es el Mitsubishi Lancer Evolution, la variante deportiva del Lancer que se llevaba fabricando desde décadas antes. Las diferentes evoluciones del Lancer Evolution, valga la redundancia, así como su éxito en rallyes – desde rallyes regionales y nacionales hasta el Mundial de Rallyes, donde triunfó al final de la era del Grupo A y los albores de la era World Rally Car.
Quizás por el propio éxito del Lancer Evolution, así como lo complicado que era destacar en el JDM con tantos deportivos, tanto coches compactos como coches tipo Gran Turismo, el 3000 GT no ha sido tan aclamado como otros rivales contemporáneos. Eso sí, es uno de esos coches japoneses cuya popularidad en Estados Unidos y Europa creció de manera significante con su inclusión en la saga Gran Turismo, incluso desde los principios de la saga donde sorprendió a todo el mundo en sus primeras entregas en la PlayStation original. También en lo virtual, como en lo real, competía contra deportivos y GT rivales de otras marcas japonesas.
Mitsubishi 3000 GT: una línea deportiva muy atractiva y musculosa
En el Mitsubishi 3000 GT encontramos un deportivo con una carrocería 2 + 2 – es decir, dos asientos delante y una banqueta pequeña con dos asientos atrás y una línea deportiva muy atractiva y musculosa. En sus versiones más modestas contaba con tracción delantera y motores de admisión natural. No obstante, la versión más conocida era la VR4, la cual montaba un potente motor V6 3.0 biturbo que llegaba a dar más de 320 caballos de potencia. El 3000GT normal llevaba también un motor V6 3.0, pero sin turbo, de modo que entregaba algo más de 220 caballos (entre ellos estaba el GTO Twin Turbo de 280 caballos). Además, el mercado norteamericano tenía una versión de acceso, el Stealth básico con un motor V6 de dos válvulas por cilindro (en lugar de cuatro como los otros) y tan solo 160 caballos de potencia.
Pero no es por la potencia por la que se conoce al Mitsubishi 3000 GT. Ni tampoco por llevar tracción a las cuatro ruedas…pero nos vamos acercando. Si hay una característica de este coche, es el uso de la dirección a las cuatro ruedas. Un sistema que se ha visto más en la actualidad, pero ya se vió en la década de los noventa: las ruedas traseras girando unos grados en la dirección de las delanteras a altas velocidades para ayudar al paso por curva en curvas rápidas y girando en dirección contraria en bajas velocidades para mejorar el manejo. Una tecnología que cayó en desuso por cuestiones de costes de producción, pero que hoy día se está volviendo a ver más a menudo.
El 3000 GT con aerodinámica activa
El 3000 GT era todo un ejercicio de tecnología puntera en su momento – recordemos que salió al mercado en 1990. Además de llevar un V6 biturbo, tracción a las cuatro ruedas y dirección a las cuatro ruedas, también contaba con aerodinámica activa que tenía un ajuste automático: a partir de 80 kilómetros por hora, el labio delantero se ‘echaba’ hacia abajo aplomando más el morro ganando apoyo aerodinámico mientras que el alerón trasero se inclinaba para generar una mayor carga. Por si fuera poco, el manejo de este Mitsubishi 3000 GT también se veía beneficiado con la inclusión de suspensión adaptativa (suspensión activa, que también se veía en aquellos años en la Fórmula 1 controlada por ordenador) y un sistema de escape ajustable. Eso sí, algunas de estas funciones o avances tecnológicos fueron eliminados con el paso de los años, conforme el Mitsubishi 3000 GT iba llegando al fin de su etapa comercial.
Este coche, además, se encontraba en su momento a un gran precio, pero con tantos elementos incorporados a su conducción, era también más pesado que sus rivales, comportándose más como un Gran Turismo que como un verdadero deportivo para rodar en circuitos o volar por pasos de montaña. Esto también ha ayudado a que no tenga un precio tan abultado como otros compatriotas suyos de la época en el estado del mercado actual, de modo que lo convierte en una oferta interesante. La conducción, con un reparto de potencia de 45% al eje delantero y 55% al trasero en las versiones de tracción a las cuatro ruedas, es toda una delicia y un adelanto a su tiempo. A nivel tecnológico, queda claro que el 3000 GT fue un verdadero pionero.