La llegada de Luca de Meo al Grupo Renault, como presidente ejecutivo de la compañía en sustitución de Carlos Ghosn, está suponiendo una etapa de cambios muy importantes en la firma del rombo. El tiempo dirá si es para bien o para mal. Con una nueva estructura empresarial que ha supuesto la fragmentación de la marca en diferentes compañías, Renault Sport se queda sin sito y es absorbida por la resucitada Alpine. La firma de deportivos de Jean Rédélé, que fue a parar a manos de Renault casi desde su fundación y que cesó su actividad en 1995, vuelve a estar operativa desde 2017. Ahora Alpine, que funcionará como marca independiente con modelos propios, se encargará de dar vida a las versiones más extremas de Renault, tal y como hacía Renault Sport hasta ahora.
Hablar de Renault Sport es hablar de una marca gloriosa que nos ha dejado títulos en las disciplinas de competición más elitistas, y unos deportivos de calle que siguen, y seguirán siendo, auténticos objetos de deseo.
Renault 5 Turbo: el origen
Todo comenzó con el Renault 5 Turbo, un modelo de ensueño que estaba a años luz de sus rivales. Este coche, que cada vez está más cotizado, se desarrolló con la necesidad de cumplir con la normativa de la época del Mundial de Rallyes. La versión de calle, dotada de un motor tetracilíndrico de 1.4 litros, situado en posición central-trasera y tracción posterior, hacían que este deportivo de 160 CV fuera un coche de esos que te ponían a prueba.
Unidad del Renault 5 Turbo en azul – Wikimedia
Renault Clio Williams
Por orden cronológico, después del Supercinco GT Turbo, llegó un coche muy especial; el Renault Clio Williams y sus hermanos de gama denominados 16V. La versión Williams, que nació como una edición especial y limitada, tuvo un éxito sin precedentes. Encuadrado en su época, era una auténtica referencia, pues ninguno de sus rivales eran capaces de acercarse a este GTI noventero que lució el nombre de una de las escuderías más conocidas del mundo de la Fórmula 1.
Ejemplo del Clio Williams – Wikimedia
La clave del Renault Sport Spider era su chasis construido en aluminio
Dos años después, Renault Sport nos regaló otra maravilla denominada Renault Sport Spider, un coche eficaz y de sensaciones muy bien hecho. Ni tan siquiera Lotus, marca especializada en lanzar este tipo de modelos, fue capaz de lanzar un modelo de este nivel. El spider carecía de cualquier concesión al confort, como dirección asistida, ABS o calefacción. Todo era conducción pura y dura. Tanto es así, que Renault Sport ofrecía una versión sin parabrisas.
La clave de este coche era su chasis construido en aluminio, que ajustaba el peso de este coche en 930 kg. Bajo el capó no era obligado tener un motor de potencia exagerada, así que el motor de cuatro cilindros y 1.998 del Clio Williams de 150 CV era más que suficiente para disfrutar de un elevado nivel de prestaciones. No obstante, los más exigentes, disfrutaría de una versión más extrema, denominada Trophy, que entregaba 180 CV.
Renault Clio V6: nuevo milenio
Como inicio de la nueva década, concretamente en el año 2000, Renault Sport nos sorprendió a todos con el Renault Clio V6, un deportivo que heredaba el espíritu del Renault 5 Turbo y que fue una magnífica locura que cada vez está más cotizada, pues, poco a poco, las mejores unidades se acercan peligrosamente a los 100.000 euros. Este modelo, que se comercializó en dos fases, las mismas que tuvo el resto de la gama Clio, comenzó a comercializarse con un motor V6 atmosférico de 3.0 litros que inicialmente se ofrecía con una potencia de 225 CV.
Unidad británica del Renault Clio V6 phase 2 – Wikimedia
A partir de aquí, Renault Sport se centró en versiones más convencionales de sus modelos Twingo, Clio y Mégane. Sin embargo, no faltaron versiones ‘circuiteras’ como el Mégane R26.R y el Trophy-R.
Renault Sport anuncia el lanzamiento de una versión especial basada en el Mégane RS
A principios de año, concretamente en el mes de enero de 2023, Renault Sport anunciaba el lanzamiento de una versión especial basada en el Mégane RS, una versión que pone el broche de oro a una trayectoria inigualable. El protagonista es una edición limitada, denominada Ultimate, que equipa el mismo motor que un Mégane Trophy-R, pero con una serie de ajustes específicos en el tren rodante y una decoración exclusiva. Sólo se fabricarán 1976 ejemplares (en un guiño al año de fundación de Renault Sport) y todas ellas estarán firmadas por Laurent Hurgon, el piloto y responsable de puesta a punto que estableció los récords en circuito con el Megane R.S.
Renault Megane III RS – Wikimedia
En competición, el legado que nos deja Renault Sport es impresionante. En Fórmula 1 ha conseguido dos títulos como constructor, y otros dos de pilotos. Al margen de los títulos que acumuló como motorista (un total de diez) en Williams, Benetton y Red Bull. También la infinidad de copas de promocionales y la implicación en campeonatos como las World Series y la GP2.
Fernando Alonso, a los mandos del R26 de la temporada 2006: piloto y monoplaza fueron campeones del campeonato de Fórmula 1 – Wikimedia
A partir de ahora, la historia la escribirá la resurgida Alpine, que será la responsable de escribir los próximos capítulos de esta historia.