Con el CSL se puso la primera piedra de una gran torre de éxitos en competición y modelos de calle de BMW M, que nació en 1972 como BMW Motorsport, y creó esta versión de carreras partiendo del 3.0 CS. Fabricado por Karmann, la adición de la L al nombre significaba más ligereza, con una carrocería más fina y con aluminio como elemento esencial para las puertas y los capós. Además, se diseñó un pack aerodinámico a medida con ese alerón que le valió el apodo del “batmovil”. El motor fue ganando cilindrada con el paso del tiempo y, por ende, potencia, hasta llegar a casi 480 CV en las últimas versiones de carreras preparadas por Alpina. En cuanto a su decoración, tanto en las versiones de carreras como en la exclusiva versión de calle apodada “batmovil”, 3.0 CSL tuvo el honor de ser el primer BMW en usar las franjas tricolores de BMW M Motorsport.
Campeonato Europeo de Turismos
En competición fue el rey indiscutible en el Campeonato Europeo de Turismos, ganando seis años consecutivos de 1973 a 1979 (ganó en la temporada inaugural de este certamen). Pero no solo dominaba las carreras al sprint, en resistencia se consiguieron victorias generales en 1975 en las 12 Horas de Sebring, al año siguiente en las 24 Horas de Daytona, y en Le Mans tres victorias en su categoría en 1973, 1974 y 1977. Además, tiene el honor de ser el primer BMW Art Car, concretamente el coche con el dorsal 93 que corrió en Le Mans en el 75 y que decoró para la historia Alexander Calder Al volante de este mito de BMW han estado pilotos como Toine Hezemans, Hans-Joachim Stuck, Chris Amon y Niki Lauda.
En primer término, el nuevo BMW 3.0 CSL. Junto a él, las versiones originales para calle y circuito.
La versión de calle del coche de carreras, que se desarrolló con fines de homologación, se convirtió en un símbolo ampliamente conocido del placer de conducir centrado en lo esencial, especialmente en su fase final de desarrollo. Su denominación comercial CSL responde a “Coupé, Sport, Leichtbau” (Coupé, Deportivo, Ligero), un resumen que definía perfectamente lo que era (y sigue siendo) este coche.
La importancia de la aerodinámica en el BMW 3.0 CSL
La aerodinámica, como hemos comentado al inicio, era uno de los elementos característicos de este modelo. Además de los anchos pasos de rueda, su carrocería en forma de coupé también recibió un llamativo paquete aerodinámico, que incluía un alerón delantero, barras de aire en los paneles laterales delanteros y un alerón de techo. Completando las modificaciones de diseño frente a los otros coupés de la serie grande de BMW, se encontraba un alerón trasero que optimizaba el agarre del tren trasero. No estaba homologado para su uso en carretera y, por lo tanto, yacía en el maletero cuando se entregó el vehículo, pero, no obstante, recibió mucha atención del público, por lo que el Coupé recibió el apodo de “Batmóvil”. Este elemento aerodinámico fue una mejora considerable en competición, pues permitió que el coche fuera más estable en curva rápida, y no tan complicado de conducir como en sus inicios.
Con una mayor cilindrada de 3.153 centímetros cúbicos y una potencia máxima inicial de 206 CV, el motor de seis cilindros en línea con inyección directa más potente jamás utilizado en un modelo BMW garantizaba una entrega de potencia deportiva. Las últimas versiones de carreras preparadas por Alpina llegaron a alcanzar los 480 CV.
Su peso en vacío era de sólo 1.270 kilogramos. Este peso tan ajustado se consiguió gracias a una construcción ligera formada de aluminio y acero de un reducido espesor. Las puertas eran de aluminio, al igual que el capó y la tapa del maletero, que se apoyaban en varillas de sujeción de filigrana tras su apertura. Otros numerosos componentes de la carrocería, como el techo, los paneles laterales y el tabique del maletero, eran de chapa especialmente fina, y los parachoques cromados se sustituyeron por zócalos de plástico. Los asientos tipo ‘baquet’ ligeros y la omisión del material aislante, la dirección asistida y los elevalunas eléctricos garantizaron una reducción óptima del peso. La relación peso/potencia global era de 6,2 kg por caballo de potencia.
A lo largo de su existencia, pues el BMW 3.0 CSL se fabricó entre los años 1971 y 1975, BMW ensambló un total de 1.096 unidades. A día de hoy es uno de los automóviles más cotizados que hay en el mercado. Por una versión “Batmóvil”, de la que sólo se fabricaron 110 unidades, se puede llegar a pagar en subasta cerca de los 400.000 eros. Los precios, con el paso del tiempo, irán subiendo como la espuma, pues no deja de ser un coche muy exclusivo, cargado de historia y espectacular por todo lo que transmite al conducirlo. Ojalá lo tengamos muy pronto en el escaparate de Soul Auto.
El espíritu del “Batmóvil” reaparecerá en un nuevo modelo de edición limitada
Con motivo de la celebración de los 50 años de BMW, la firma de Múnich anunció hace unas semanas el lanzamiento de una versión muy especial basada en el BMW M4. Un nuevo modelo que viene a revivir el espíritu del BMW 3.0 CSL. Con idéntica denominación comercial, el nuevo modelo se fabricará en edición limitada. Sólo 50 afortunados podrán disfrutar de esta versión tan especial. Por el momento, se desconoce su precio y fecha de lanzamiento.
El nuevo BMW 3.0 CSL se basa en el modelo de circuito, participante, entre otras, en las 24 horas de Daytona.
La producción de todos los vehículos durará unos tres meses. Todos y cada uno de ellos se fabricarán de manera artesanal en las instalaciones de Dingolfing de BMW. Los exclusivos componentes interiores de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) se fabricarán a mano tanto en Múnich como en la fábrica de componentes del BMW en Landshut por especialistas en carrocería especialmente asignados.
Bajo el capó, esta edición tan especial tiene un motor sobrealimentado de 3.0 litros, seis cilindros, 560 CV y 550 Nm de par motor. Esta motorización únicamente se ofrecerá asociada a una transmisión manual de 6 velocidades.
Su base rodante está formada por un eje delantero de doble muelle y un eje trasero de cinco brazos con diseño específico. Además, BMW 3.0 CSL equipa un tren de rodaje M adaptativo con amortiguadores controlados electrónicamente, dirección electromecánica con relación variable y un sistema de frenos M carbonocerámicos con curvas características ajustables.
El sistema de frenos cerámicos de carbono M ofrecerá unas potentes prestaciones de deceleración, una estabilidad optimizada en el desvanecimiento, una extraordinaria estabilidad térmica y una resistencia al desgaste extremadamente alta. Combina frenos de pinza fija de seis pistones y discos de freno cerámicos de 400×38 milímetros en el eje delantero con frenos de pinza fija de un pistón y discos de freno cerámicos de 380×28 milímetros en el trasero y cuenta con pinzas de freno pintadas en rojo. El diseño específico M del sistema de frenado integrado permite mostrar dos curvas características de sensación del pedal, que pueden seleccionarse en el menú M Setup.
Para reducir el peso en las zonas de la carrocería y el chasis, se utiliza plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) en un grado excepcionalmente alto, además del uso mínimo de material aislante. BMW M GmbH es pionera en el uso de CFRP en vehículos producidos en serie. Ya en 2004, el M3 CSL, equipó un techo de carbono por primera vez.