Alfa Romeo Series 4 Spider: El eterno descapotable italiano

Con la llegada de la década de los noventa, y muy en parte gracias al éxito del Mazda MX-5, el éxito en los coches descapotables pequeños se disparó después de haber estado en declive en los setenta y ochenta. Muchos de estos coches tenían diseños que recordaban a aquellas formas redondeadas de los sesenta, coincidiendo con la década en la que algunos de los modelos más bellos de Alfa Romeo (entre ellos el 33 Stradale, el que se sigue considerando el coche más bonito jamás creado por el ser humano para muchos). En 1990 la marca decidió renovar una vez más su icónico Spider, sacando al mercado el Series 4 Spider o Spider S4. Y tenía mucho que ver con los años sesenta, dado que era una revisión y actualización del Spider que había salido originalmente allá por 1966 y se había mantenido en producción.

Este coche apareció junto al Giulia Sprint GT Veloce, recibiendo también su nombre de Duetto (dado que es un biplaza) a través de un sorteo de la propia Alfa Romeo, pero no pudo tomar ese nombre a nivel oficial debido a cuestiones de licencia ya que en aquél momento existían una galletas que tenían ese mismo nombre. Aún así, su pseudónimo se mantuvo como Duetto. El coche se fue revisando tanto a nivel estético como mecánico y electrónico en varias ocasiones, lo que dio lugar a que salieran los Spider Series 2 en los setenta (del cual existió una versión especial en honor al legendario piloto de Fórmula 1 Niki Lauda, aunque su paso por Alfa Romeo no fue precisamente el punto álgido de su trayectoria como piloto) y del Series 3 en los ochenta. Por tanto, en la entrada de los noventa, era el turno del Series 4.

Por fuera, hubo pequeños cambios como el hecho de usar paragolpes del color de la carrocería o quitar los tan criticados spoilers de la parte trasera que llevaba el Series 3, además de añadir inyección electrónica Bosch. Del Series 3 heredó la caja de cambios manual de cinco velocidades, añadiéndose al repertorio para el Series 4 una caja de cambios automática de tres marchas. Los cambios estéticos sirvieron para darle una apariencia mucho más moderna.

En su versión más potente, el Spider 2000 de dos litros, daba unos 124 caballos de potencia, aunque también existía un motor más pequeño, el 1.6 del Spider 1600 que daba apenas 108 caballos. Esta unidad es más rara de encontrar hoy día dado que no llegaron a producirse ni 3.000 ejemplares mientras que del 2.0 se superaron las 18.400 unidades en estos tres últimos años. Decimos tres últimos años ya que para finales de 1993 se terminaba la producción del Spider original. Habría otro Alfa Romeo Spider, el que salió como variante descapotable de otro coche muy querido por los alfistas en la actualidad, el GTV que ya actualizaba mucho las líneas y se ajustaba más a las tendencias de los noventa.

Se trata de un coche con mucho valor para los fans de la marca, una silueta que perduró en el tiempo mucho más de lo que es habitual en este sector al aguantar tantos años con relativamente pocos cambios. Siendo un coche clásico de Alfa Romeo, el mantenimiento que se ha de hacer les sonará a muchos alfistas – si se trata al vehículo con mucho mimo, se evitará la rotura de ciertas piezas o más viajes al taller de la cuenta. En particular, es posible ver unidades que tengan algunas pequeñas fugas de aceite y piezas móviles como rodamientos, pero es posible encontrar unidades bien cuidadas después de casi 35 años desde su lanzamiento (el de los Series 4, dado que el diseño original viene de los sesenta).

La conducción es como uno se la puede imaginar de un coche descapotable y ligero con una corta batalla, tracción trasera y un cuatro cilindros de 2 litros de cilindrada con una suave entrega de potencia. El coche puede correr bastante, pero el tacto de la conducción se disfruta mucho más llevándolo de manera relajada. Como decía el mítico actor norteamericano Steve McQueen, el Spiderera un coche que lo perdonaba todo”. Otras grandes figuras, como el ex campeón de pesos pesados de boxeo Muhammad Ali o, en la película ‘El Graduado’ nada menos que Dustin Hoffman, también pudieron tener el placer de conducir un Alfa Romeo Spider. Eso sí, si uno quiere emular a Hoffman, que recuerde echar gasolina sin apurar la reserva…

Artículo escrito por David Durán

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